En fechas recientes, un lamentable incidente, en el que un perro de talla grande agredió fatalmente a otro de talla pequeña. Expuso una temática que se ha venido ignorando, tanto por los ciudadanos, como por las autoridades de nuestro país: El tránsito y esparcimiento ‘seguros’ y la convivencia ‘armónica’ de los animales de compañía en los espacios públicos.
Y es que, aunque en regiones como la Ciudad de México existen reglamentos y leyes de cultura cívica que otorgan obligaciones a los propietarios de dichos animales; hasta hace poco, no había habido un interés real por seguir dichas pautas o por vigilar que se cumplieran.

En su artículo 30, la Ley de Protección a los Animales del Distrito Federal (ahora Ciudad de México) dice:
“Toda persona propietaria, poseedora o encargada de un perro está obligada a colocarle una correa al transitar con él en la vía pública. Otras mascotas deberán transitar sujetadas o transportadas apropiadamente de acuerdo a su especie.”
“Los propietarios de cualquier animal tienen la responsabilidad de los daños que le ocasione a terceros y de los perjuicios que ocasione, si lo abandona o permite que transite libremente en la vía pública.”
“Las indemnizaciones correspondientes serán exigidas mediante el procedimiento que señalen las leyes aplicables, pero la o el responsable podrá además ser sancionado administrativamente en los términos de este ordenamiento.”

Las multas serán aplicadas acorde a los artículos 24 y 26 de la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México: Las personas que transiten en áreas públicas con sus perros sin correa o aquellas que no recojan las heces de los mismos, recibirán multas de 11 a 20 días de salario mínimo y arresto de 12 a 36 horas.

Así que, ahora sí, quienes seamos propietarios y responsables de un perro, gato u otro animal, que pasee y conviva en espacios públicos, deberemos acatar las normas, colocarles un arnés y una correa y recoger sus deposiciones. Por su bien, el nuestro y el de los demás.

Como acción complementaria, antes de adoptar o adquirir un animal de compañía, es recomendable informarse sobre las características y necesidades específicas de su especie y raza. Para que en caso de que lo requiera, se le brinde el adiestramiento y la adecuada socialización, que le permitan adaptarse y ser feliz con su familia (humana) y relacionarse armónicamente con otros miembros de su especie, dentro y fuera del hogar.

Te recomendamos leer también nuestro artículo sobre la ‘tenencia responsable’, dando clic al siguiente link: www.hospitalveterinariok-lev.com/tenencia-responsable

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