La mayoría de quienes en alguna ocasión hemos tenido contacto con perros de asistencia, nos hemos maravillado con sus extraordinarias habilidades.

Estos talentosos canes son adiestrados por sociólogos y entrenadores especializados, para ayudar a personas discapacitadas y mejorar su calidad de vida.

La invaluable labor de estos maravillosos animales puede comprenderse mejor mediante la siguiente clasificación:

– Perros guía (lazarillos), adiestrados para asistir a personas con discapacidad visual. Garantizan la integridad física de sus ‘asistidos’ indicando la presencia de obstáculos para evitar tropiezos o colisiones; previenen situaciones de riesgo en entornos con vialidades y multitudes, y los conducen en trayectos específicos a destinos seguros.

– Perros señal, adiestrados para asistir a personas con discapacidad auditiva.
Alertan ante la existencia de sonidos específicos. Desde la cotidiana alarma del reloj despertador y el timbre de la puerta o del teléfono; hasta los sonidos de emergencia, como la alarma contra incendios o la sirena de una patrulla o ambulancia.
Ante un estímulo auditivo, el perro establece contacto físico con su ‘asistido’ y refuerza dicha acción con una postura o gesto específicos.

– Perros de alerta médica, adiestrados para asistir a personas con enfermedades crónicas, tales como diabetes, epilepsia o intolerancia alimentaria.
Reconocen síntomas previos a una crisis de salud y alertan a sus ‘asistidos’ para que logren controlar la contingencia a tiempo. También detectan la presencia de alérgenos en los alimentos para evitar que la persona ‘asistida’ (hipersensible a dichas sustancias) los consuma.
Suelen llevar consigo una mochila con medicamentos, información médica del paciente y números telefónicos de familiares o personal médico para atender una emergencia.

– Perros de servicio, adiestrados para asistir a personas con discapacidad física.
Ejecutan acciones mecánicas y motrices que sus ‘asistidos’ no son capaces de realizar. Tareas como abrir puertas o cajones, encender apagadores, colocar o retirar prendas y transportar objetos.
Incluso en algunos casos, perros de constitución grande y musculosa pueden tirar de una silla de ruedas o servir de apoyo en el andar de personas con Parkinson o esclerosis múltiple.

– Perros de soporte, adiestrados para asistir a personas con trastornos psicológicos, tales como ansiedad, agorafobia, ataques de pánico o autismo.
Evitan situaciones que comprometan la integridad física y emocional de sus ‘asistidos’. Ofrecen bienestar y certidumbre afectiva para fortalecer su autoestima, reducir niveles de ansiedad y conductas de oposición, y mejorar su relación con el entorno y los seres que les rodean.

Desde junio de 2015 fue presentada en la Ciudad de México la Iniciativa de Reforma a la ley de Protección a los Animales y la ley de Establecimientos Mercantiles, para asegurar el trato digno y permitir el libre acceso (en transporte y establecimientos) a personas discapacitadas acompañadas por perros de asistencia. Una iniciativa que esperamos se apruebe y replique a nivel nacional y global, para que se reconozca y dignifique la gran aportación de esta y otras especies animales, al bienestar y la calidad de vida de las personas.
En el siguiente enlace podrás conocer más acerca de esta iniciativa: www.agu.cdmx.gob.mx

Si conoces a alguien a quien un perro de asistencia podría cambiarle favorablemente la vida, en la página de la asociación Perros de Asistencia México, podrá encontrar información útil y registrarse como candidato para adoptar un compañero canino con habilidades extraordinarias. www.perrosdeasistenciamexico.org

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