Quienes acostumbramos decorar nuestros hogares durante las festividades decembrinas, muchas veces no somos conscientes de los riesgos que podría implicar el colocar ciertos adornos.
Por su naturaleza ‘curiosa’ e instintos ‘primitivos’, al interactuar con determinados ornamentos, nuestros perros, gatos u otros animales de compañía podrían poner en riesgo su salud y vida.
Por eso a continuación compartimos algunas recomendaciones útiles para elegir y colocar los adornos en las próximas fechas.

La especie, edad y personalidad de nuestros animales deberán ser factores determinantes en la planeación de nuestra decoración.
Por ejemplo, las habilidades de un gato le permiten escalar o saltar bastante alto, debido a esto, será fundamental considerar la ubicación y características de nuestros adornos.
Si tenemos animales jóvenes deberemos ser aún más cuidadosos, pues se encuentran en una etapa de vida en la que la curiosidad y la inexperiencia pueden llevarlos a interactuar temerariamente con cualquier objeto llamativo, sin medir los riesgos y las consecuencias de sus acciones.
Al invertir tiempo en conocer bien a nuestras mascotas sabremos mejor qué conductas prevenir.

El árbol navideño es la decoración que posiblemente requiera mayor atención, por la cantidad de elementos que lo conforman y por ubicarse generalmente en un área totalmente accesible.
En las familias con integrantes caninos, felinos o de otras especies animales, las características y accesibilidad de este tradicional ornamento deberán adaptarse y restringirse.

Las series de luces al ser brillantes e intermitentes atraen a la gran mayoría de animales, que pueden masticar y tragar los cristales de los focos (ocasionando graves daños a su aparato digestivo); morder los cables y sufrir una descarga eléctrica o si son de talla pequeña enredarse y asfixiarse con los cables.
Por eso es vital que si se decide colocar series de luces, éstas estén fuera de su alcance y bajo supervisión constante.

Las esferas navideñas, por su forma, son visualmente asociadas con pelotas (juguetes), por lo que al tomarlas con el hocico nuestras mascotas pueden romperlas, ocasionar heridas en su lengua y tragar algunos fragmentos que dañen su aparato digestivo. O tirarlas con sus patas, romperlas y ocasionar heridas en sus almohadillas.
Teniendo en cuenta lo anterior, es recomendable sólo adquirir y colocar esferas u otros ornamentos de materiales resistentes e inocuos; nunca de cristal y preferiblemente sin diamantina u otro recubrimiento que pudiera resultar dañino.

En el caso de las coronas y otras decoraciones colgantes, deben considerarse las recomendaciones previamente mencionadas. Procurando que los materiales de los que estén hechas sean inofensivos; asegurándose de que estén fuera de alcance y siempre bajo supervisión.

Los centros de mesa y otros ornamentos que puedan incluir velas, deben encenderse sólo si se encuentran fuera del alcance de nuestras mascotas; mientras estemos en la habitación en la que se ubican y bajo total supervisión.
Estas decoraciones no sólo pueden ocasionar quemaduras ‘leves’ a nuestros queridos animales, si no se tiene suficiente cuidado, podrían incluso iniciar un incendio en toda la casa.

Finalmente, debemos asegurarnos de que productos como la nieve artificial o los aromatizantes de pino en aerosol que se aplican comúnmente sobre los árboles de navidad, no sean tóxicos, pues nuestras mascotas podrían inhalarlos o lamerlos e intoxicarse.

Como en muchos otros ámbitos, la mejor medida para evitar desgracias es la prevención. Por eso es fundamental invertir el tiempo necesario en la planeación de cualquier decoración en nuestro hogar, para que sea segura para todos los miembros de la familia, incluyendo por supuesto a nuestras queridas mascotas.

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