Hoy en día, el acelerado ritmo de vida y las labores cotidianas nos consumen gran parte de nuestro tiempo, dificultándonos en ocasiones la atención de algunas actividades importantes, entre ellas pasear con nuestros perros. Para este propósito, han surgido ciertos prestadores de servicios llamados comúnmente ‘paseadores’, que como su nombre lo indica, se encargan de ‘sacar a pasear’ a nuestros perros cuando nosotros no podemos hacerlo.

¿Pero qué tan recomendables son los servicios de los ‘paseadores’, y qué aspectos hay que considerar si decidimos recurrir a ellos?

Haciendo referencia a nuestro artículo anterior, lo ideal es que quien realice el paseo canino sea un miembro de la familia, con el que él o los perros se sientan en confianza, convivan y realmente disfruten la experiencia. Sin embargo, si las circunstancias no lo permiten y se tiene que emplear a un ‘paseador’, es fundamental tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

– Validar la reputación de la agencia de ‘paseadores’ o del ‘paseador’ independiente. Preferentemente tomar como referencia recomendaciones de personas cercanas y de confianza.

– Asegurarse de que la agencia o el ‘paseador’ independiente estén certificados y capacitados para brindarle seguridad y trato digno a nuestros perros. Que éstos sólo salgan a pasear con su collar o pechera, placa de identificación y correa. Además de siempre ser manejados con sensibilidad y respeto.
Aunado a lo anterior, idealmente un ‘paseador’ debería llevar como máximo dos perros a la vez, para poder vigilarlos, controlarlos y protegerlos adecuadamente. Simplemente porque ante una eventualidad, una persona puede asegurar mejor a un solo perro con cada brazo.

– Verificar que la agencia o el ‘paseador’ independiente estén asegurados y cuenten con entrenamiento de primeros auxilios, un botiquín y el respaldo de una clínica veterinaria en caso de un accidente o emergencia médica.

– Tener pleno conocimiento de la ruta que nuestros perros recorrerán en cada paseo. Siempre en zonas residenciales, en parques o áreas verdes y en horarios seguros.

– Como medida precautoria, monitorear personalmente el servicio con visitas sorpresa durante los recorridos, para cerciorarse de que los paseos se realicen en las condiciones óptimas acordadas.

– De ser posible, formalizar con la agencia o el ‘paseador’ independiente un acuerdo por escrito, en donde se estipulen los alcances, límites y garantías del servicio. Pues aunque parezca exagerado, estamos confiándole a extraños la vida de uno o más miembros de nuestra familia.

Lamentablemente, en fechas recientes se han difundido varias denuncias de personas que han vivido malas experiencias con ‘paseadores’ inexpertos y sin escrúpulos, que con tal de ganar dinero han puesto en riesgo las vidas de los perros a su cuidado. Al pasear más canes de los que pueden supervisar, éstos se han intoxicado (al comer desechos del piso); accidentado (por peleas con otros perros o al ser atropellados en vialidades no aptas para mascotas) e incluso se han extraviado (al no haber sido vigilados en todo momento).

No ponemos en duda la existencia de agencias o ‘paseadores’ independientes certificados y profesionales; sin embargo es importante tomar todas las precauciones necesarias para evitar exponer a nuestros canes a riesgos innecesarios.

El paseo es para nuestros perros una actividad vital que les permite mantener su salud física y emocional, por lo que es nuestra responsabilidad garantizar que siempre se lleve a cabo en las mejores condiciones posibles.

#PaseadoresDePerros