A pesar de lo ‘graciosos’ que podrían parecernos los gatos ‘gorditos’, el sobrepeso y la obesidad son temas muy serios, pues detrás de esa aparente robustez pueden existir graves riesgos en su salud y una considerable reducción en su calidad y esperanza de vida.
Como propietarios responsables debemos estar conscientes de que la mayoría de los felinos son activos y ágiles por naturaleza y que al permitir que el sobrepeso y la gordura mermen esas capacidades inherentes de su especie, de alguna manera nos convertimos en cómplices de su desdicha y malestar.
Pero ¿cómo saber si nuestro gato está pasado de peso o es obeso?
– Cuando aumenta su volumen corporal y al palparlo nos cuesta trabajo sentirle las costillas.
– Cuando disminuye su capacidad física, corre o juega menos y le cuesta trabajo alcanzar algunas partes de su cuerpo al asearse.
– Cuando incrementa su apetito, consume sus raciones en un menor tiempo y pide más comida a lo largo del día.
Ante la duda podemos recurrir a un veterinario para que calcule el índice de masa corporal (IMC) de nuestro felino y en relación con su edad, género, raza y perfil clínico determine si se encuentra en su peso ideal, tiene sobrepeso o es obeso.
Aunque no es posible generalizar, algunos datos indican que existe una mayor tendencia a la obesidad de felinos de entre 5 y 11 años de edad, machos, mestizos, esterilizados, con problemas endócrinos, solitarios y con familiares humanos que por no poder dedicarles tiempo de calidad tratan de compensarlos con comida como un ‘refuerzo positivo’.
¿Qué enfermedades pueden acompañar a la obesidad felina?
Patologías como: diabetes, hígado graso, hipercolesterolemia, hipertensión, inmunodeficiencia, insuficiencia respiratoria y trastornos musculo esqueléticos, entre otras.
¿Qué debemos hacer si nuestro gato es obeso?
Acudir a un médico veterinario para que mediante una valoración física determine el grado de sobrepeso u obesidad de nuestro felino, detecte los factores que originaron el problema y con base en su perfil clínico proponga una dieta (con alimentos bajos en calorías y grasas), rutinas de ejercicio y dinámicas de juego. Y en caso de ser necesario indique un tratamiento farmacológico.
Aunque parezca obvio, no está de más reiterar que es fundamental seguir al pie de la letra las indicaciones del veterinario para alcanzar buenos resultados y por supuesto preservarlos.
Si consideras que tu gato podría estar pasado de peso o incluso ser obeso, nuestro personal médico con gusto puede dar respuesta a tus dudas y brindarte la orientación que requieras.
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