El hipertiroidismo es una alteración en las funciones del organismo que se traduce en la sobreproducción de hormonas tiroideas (T3 y T4).

Lamentablemente, en la mayoría de los casos la enfermedad manifiesta signos cuando ya está avanzada. Por eso es vital estar atentos a cualquier cambio de conducta o de hábitos de nuestros animales de compañía.

Una de las principales señales que podrían alertarnos de un caso de hipertiroidismo, es cuando nuestro gato come bien o incluso demanda mayor cantidad de alimento, pero pierde peso y masa corporal.
Un cuadro que puede ir acompañado de síntomas progresivos como: desaseo, depresión, ansiedad, desorientación, intolerancia, agresividad, destellos de hiperactividad, vocalizaciones nocturnas inusuales, pérdida de fuerza, vómitos, diarrea crónica, disnea y arritmia.

Aunque es una patología frecuente en felinos viejos, puede presentarse en individuos de otras edades sin distinción de raza o género.

En algunos casos la condición puede estar relacionada con la presencia de masas cancerígenas. Y por si no fuera suficiente, dicha sobreproducción de hormonas tiroideas puede provocar un grave daño renal, que de no ser detectado y atendido a tiempo, puede ser fatal.

Por eso, ante alguno de los anteriores síntomas, es recomendable acudir al médico veterinario para que examine y realice estudios a nuestro felino. Y en caso de que el desafortunado diagnóstico confirme la enfermedad, sea posible indicar a la brevedad el tratamiento o procedimiento adecuado, de acuerdo al perfil de nuestro paciente.

#Hipertiroidismo